viernes, 15 de abril de 2011

¿Dónde está Curro?


Seguro que aún recordáis esta imagen de la campaña de Viajes Marsans.

¿Os suena eso del 'pensamiento lateral'? ¿Qué tal si vamos más allá y le damos la vuelta entera?

Hoy más que nunca hay que conseguir ese tipo de ideas. Así que, en lugar de buscar curro, ¿cómo haríais para que el curro os buscase a vosotros?

Ahí lo dejo.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

¿Y sobre qué escribo?





«Para escribir sólo hay que tener algo que decir».

Camilo José Cela


Imagen:

Isabel Bono
Cahier 6/105
Colección Ten, comilón
Editorial Media Vaca (1907)









Fue la autora de ese poema, Isabel Bono, quien me enseñó este juego para escribir cuando no tienes nada que decir. Es muy sencillo.

Coge el periódico de hoy y recorta las palabras, titulares, frases e incluso símbolos que te llamen la atención. Ponlos encima de la mesa y empieza a jugar con ellas.

No te imaginas la cantidad de composiciones surrealistas, divertidas y, sobretodo, inspiradoras que encontrarás. ¿Quién sabe si tendrás que guardar el periódico para recordar la fecha del día que encontraste el título de tu primer relato, de tu blog, o aquel titular de campaña que superó todos los objetivos?

martes, 21 de diciembre de 2010

El papel en blanco

«A veces siento tentaciones de enfrentarme con los papeles en blanco y empezar a poner letras, unas detrás de otras, a ver lo que sale».

Camilo José Cela
Mrs. Caldwell habla con su hijo
Cap. 156
Ediciones Destino (1953)












¿Quieres empezar a escribir? Lo primero que tienes que hacer es leer.

¿Y lo segundo? Escribir.

Nunca hay que tenerle miedo a un papel en blanco. Dale un par de folios a un niño y un lápiz. ¿Crees que saldrá corriendo a esconderse debajo de la cama? Pues vamos a intentar recuperar esa actitud cada vez que estemos delante de un espacio en blanco. Escribe, escribe todo lo que se te ocurra sin miedo a la ortografía, la organización, la gramática o los futuros lectores, incluidos los jefes, supervisores o juzgados de guardia. Ya nos ocuparemos de eso más adelante.

A lo largo de los años he encontrado a muchas personas que querían escribir para ser periodistas, poetas, narradores, o sencillamente para ligarse a la vecina del 5º por Facebook. Siempre les he dicho lo mismo: escribe. Y muchas veces me he encontrado con la respuesta: pero es que yo no sé, enséñame. Pues una cosa que quede clara: PARA APRENDER A ESCRIBIR HAY QUE ESCRIBIR. Y LEER.

Con este blog pretendo enseñar lo poco o lo mucho que he ido aprendiendo durante años, aunque no sólo hablaré de las letras pues existen muchas formas de comunicar. Estamos hartos de escuchar que una imagen vale más que mil palabras, ¿puede una palabra cambiar el significado de mil imágenes? ¿Podría una melodía añadir un sentido irónico en un guión de cine? Los recursos comunicativos son complementarios, hablar de valor no tiene mucho sentido. Unos tendrán más peso en una situación y menos en otra.

Pero como el viaje tiene que empezar en algún sitio, ¿qué tal si nos dejamos llevar por la tentación de coger un papel en blanco y comenzar a poner letras, unas detrás de otras, a ver qué sale?





lunes, 20 de diciembre de 2010

El viaje

Lo encuentras, quizás lo habías buscado durante mucho tiempo, incluso sin saberlo. Extiendes el brazo y con él, la palma, los dedos. Lo coges suavemente y lo apoyas sobre la mano izquierda. Ahí comienza el viaje.


Sabes que no puedes medir el peso de un folio; pasas el pulgar por ese abanico de líneas blancas y piensas
«¿cuánto pesa una palabra?» Su peso es muy relativo pues cualquier libro que seas capaz de levantar con el meñique contiene palabras que podrían llegar a aplastar o a elevar una vida entera.


Yo suelo leer la primera y la última frase de cada libro, aunque no siempre en ese orden. Lo hago como quien coge un billete de tren y lee la ciudad de partida y el punto de destino.




Señores pasajeros,
bienvenidos a mis trenes de cartón,
espero que disfruten el viaje.